Hoy es un día de reflexión y no un feriado más.
Ya el año pasado expresé mi opinión sobre este tema ya que es un tema muy importante para mí.
Les recuerdo los links de las entradas sobre este tema del año anterior
http://confesionesmenteinquieta.blogspot.com/2009/03/33-anos.html
http://confesionesmenteinquieta.blogspot.com/2009/03/dia-nacional-de-la-memoria-para-la.html
También les recuerdo que mi papá estuve detenido en ese momento (sin beberla ni comerla) y que el año pasado yo le hice una entrevista a mi papá que nunca pude publicar.
Acá les dejó una parte de la entrevista, mañana la continuaré
¿Cuándo ingresaste por primera vez a Argentina?
_ Llegué al país por primera vez en octubre de 1974.
¿Cuándo fue que te levantaron en la calle?
_ En la calle… me levantaron en junio de 1977.
¿Cómo fue que lo hicieron? O qué te dijeron para…
_ Nada; fue un secuestro, no una detención. Se me pusieron dos tipos a los costados, me apuntaron con armas en las costillas y tuve que caminar callado, porque si me hubiera resistido pienso que me hubieran pegado un tiro.
¿No te dijeron ‘disimulá’ o…?
_ No ‘camina’, el empujón típico y me acuerdo que me metieron en un Citroen 3CB color beige, y así fue el secuestro. No fue una detención legal porque no me dejaron discutir ni un minuto, esto fue un secuestro rápido y enérgico.
Vos me dijiste que intervinieron dos personas en esa detención-secuestro, pero ¿vos te acordas sus nombres…?
_ No
¿Y cuántas personas intervinieron después en tu cautiverio?
_ En el secuestro fueron tres personas las que intervinieron: los dos hombres que se me pusieron a cada lado y quien manejaba el vehículo.
Al desaparecer… recuerdo que me secuestraron, me levantaron, y desaparecí enseguida… en medio de la multitud.
Recuerdo que a mí me secuestraron alrededor de las 10 de la noche, mientras esperaba la llegada de una amiga de Carcaraña. Ella venía en el colectivo de la empresa “El Cóndor”, llegó a verme que me tenían así… secuestrado, pero no se acercó porque sino también hubiera sido secuestrada. Y de ahí me llevaron al “Pozo”.
“El Pozo” exactamente ¿Cuál era de todas las dependencias que estaban destinadas a este proceso?
_ Yo en el momento nunca supe donde estuve; después con el tiempo me di cuenta que era Jefatura, en la esquina de San Lorenzo y Dorrego.
¿Y en algún momento te informaron por qué te llevaron ahí?
_ No jamás, nunca.
Cuando yo llegué ahí, no tenía idea de donde estaba porque entré con la cabeza metida bajo los asientos prácticamente. Estaba tirado en el auto y cuando apenas pasamos la entrada de lo que era Jefatura, me pusieron una remera en la cabeza y me vendaron los ojos; y desde allí no supe más nada. Recién con los años me di cuenta que era “El Pozo”.
Lo visite unos años después y estaba muy cambiado el lugar; no lo pude recorrer interiormente, pero me di cuenta que estaba muy diferente al lugar donde yo estuve.
Me acuerdo que había una oficina de entradas donde me entraron a preguntar un montón de cosas, me sacaron los documentos; tiraron todos los documentos ahí y empezaron a preguntarme porque yo tenía direcciones, tarjetas, números de teléfonos y cosas así. Pero lo que a los tipos le llamó mucho la atención fue que tenía todos mis documentos en regla: la visa de entrada a la Argentina estaba vigente y tenía visas de otros países en mi pasaporte de ese tiempo, que era mi pasaporte de marinero; porque yo era marinero mercante documentado, mi pasaporte figuraba en mi libreta de embarque. Además de que en mi pasaporte figuraban entradas en diferentes países y tenía varias tarjetas de entrada y salida de los puertos en los que había estado anteriormente. Ellos pensaban que eran documentos falsificados porque estaban buscando a una persona parecida a mí.
No me secuestraron al azar. Buscaban a una persona determinada, y esa persona les pareció que era yo y por eso me secuestraron directamente.
¿Ellos te dijeron vos sos “Fulanito de Tal” y cuando vieron tu documentación se dieron cuenta que eras otra persona y a su vez de otra nacionalidad con todos sus papeles en regla, o directamente nunca te creyeron?
_ En ningún momento me creyeron algo de lo que yo les decía. Siempre pensaron que los papeles que tenía conmigo eran falsos y que lo hacía para despistarlos y así zafar de la situación.
Hasta que logré que vinieran a sacarme, que fue mucho tiempo después, ellos igualmente pidieron información al Estado Chileno y al Estado Argentino, para ver si esa documentación era legal; pero esa información demora una cantidad de días que parecen años para la persona que esta secuestrada. Hasta que no recibieron esa información, no me cambiaron la cara. Hasta ese momento yo era el asesino y ellos los ángeles de guardia. (Risa irónica de la entrevistadora)
¿Te nombraron a la persona que estaban buscando en ese momento?
_ No, en ningún momento.
¿Y no te nombraban con el nombre de esa persona tampoco?
_ No, tampoco. Simplemente…
¿Te ninguneaban mientras ellos tenían un trato común con vos?
_ No era un trato común, era un trato muy especial. Con el arma que tenían, que en ese momento se usaba la 45, te pegaban por las costillas o te encañonaban y te hacían sonar en la oreja el sonido del gatillazo, para que te pusieras nervioso y te pisaras. Yo en todo momento pensé que era una cosa normal y no perdí nunca la calma; porque yo ya sabía lo que era, ya me lo imaginaba por como era el trato, porque no estaba ajeno a la situación que se estaba viviendo.
Me preguntaban por un montón de personas, que imagino que estaban metidas en política o cosas así; yo les contestaba que no tenía conocimiento, que yo estaba haciendo mi trabajo en ese momento; pero mis respuestas para ellos eran negativas y el empujón, el rodillazo, te pegaban en las costillas con el cañón de la pistola, ese era el tratamiento que tenían…
¿Culatazos serían?
_ Si (dudando)… Me gatillaban en vacío, me decían que había tenido suerte porque no había salido la bala pero que la suerte se me iba a acabar en cualquier momento, era una tortura psicológica más que nada.
Sabemos que en esa época, la tortura para lograr que se quebraran las personas que tenían secuestradas podía ser cualquier cosa; pero particularmente que transmitiera el hecho de ‘por el momento te estas salvando’, como estás contando. Ellos te detienen, te llevan a esa oficina de informes donde tratan de que des los nombres de los conocidos de la persona que estaban buscando. Cuando ellos se cansaron de hacerte ese interrogatorio ¿Te llevaron a un lugar en particular tipo celda, celdilla o habitación?
_ No, yo estuve en esa oficina no sé por cuanto tiempo. Pienso que estuve muchas horas, porque me pusieron contra la pared en posición de firme. Mientras me tenían así, los tipos iban y venían constantemente, y yo nunca supe la hora.
¿Nunca tuviste noción del tiempo?
_ Nunca tuve noción del tiempo que transcurría porque no había como enterarse, además de que me tenían con la vista vendada, no había nada.
Después de mucho tiempo me llevaron y me sentaron en una escalera de hormigón que había en una habitación; pero fue después de unos días en los que yo empecé a poner atención. Porque yo los primeros dos o cuatros días estaba totalmente enajenado mentalmente porque era la primera vez que estaba así, no estaba esposado ni nada por el estilo; pero el tratamiento que se sentía constantemente ahí era una cosa… no sé si era temor o tratar de salvaguardar la propia vida de cada uno. Pero en ese momento se sentían quejidos más que nada, eran quejidos constantes por las patadas que le pegaban a los que estaban alrededor tuyo.
Hasta que me di cuenta cuantos habían en la habitación, pasaron alrededor de cuatro o cinco días; pero ahí fue cuando empecé a darme cuenta de la situación grave en la que estábamos metidos, porque no era yo solo…
¿Cuántas personas…?
_ Arriba de unos colchones de goma espuma había mujeres, hombres, jóvenes, viejos… Y seríamos 15 personas alrededor de…
¿Se podría decir que eran 15 personas hacinadas en una habitación?
_ Era una habitación grande, una habitación de cuatro por cuatro… una habitación bastante grande. Había colchones, uno al lado del otro; y como yo no alcancé a agarrar un colchón, los tipos me depositaron arriba de una escalera, sentado en los escalones de hormigón.
¿Y nunca te cambiaste?
_ No podía, ellos decidían tu vida, tu estado, tu situación, si vas a comer, si vas a tomar agua, si vas a orinar; eso lo decidían ellos cuando tenían ganas. No podías decir que tenías ganas de ir al baño, porque yo recuerdo que la respuesta eran terribles patadas o insultos, de todo. Nos veías a los tipos bajo ningún punto, porque te tenían con la vista vendada, con la cara tapada y no tenías idea de donde estaban los tipos, si los tenías al lado tuyo o si estaban lejos, porque estas en una situación totalmente equívoca a lo que sería una situación normal. Ellos hacen de tu vida una porquería.
¿Una situación normal de una detención legal?
_ Un detención legal en la que te llevan para por lo menos tomarte los datos; pero que te tengan con la vista vendada, insultos, patadas a las personas porque quieren… Pasó un tiempo y nos dieron de comer, nos permitieron ir al baño… pero pasaron días. Yo estuve dos días sin orinar; no recuerdo con exactitud el tiempo, pero sí que fue mucho.
¿Vos recordas si había otra habitación con personas en la misma situación que ustedes o solo con esas quince personas compartiste el cautiverio?
_ No, el cautiverio… yo no puedo decir si había quince o cien personas en ese lugar, era una cosa constante de entrar y salir, ruidos. Cuando fue pasando el tiempo, me empecé a orientar. A la mañana había un televisor lejos y con el silencio se escuchaba el televisor, si ponías atención te podías enterar que estaba pasando o por lo menos darte cuenta de la hora por las noticias que escuchaban ellos.
¿Y ahí que escuchaban?
_ Incluso ponían un televisor y una radio fuertes, era justamente para apabullar los ruidos que se estaban produciendo adentro.
Calculo que había algún momento del día donde había más circulación por esa zona céntrica, que no sólo tiene colectivos sino también un montón de movimiento de gente…
_ En ese tiempo los colectivos no pasaban. Me acuerdo que desviaban, por frente, por la calle San Lorenzo los colectivos no pasaban, porque siempre estaba cortado el tránsito y por la calle Dorrego también. O sea, estaba ahí la Jefatura y no recuerdo que por ahí pasaran los colectivos porque el tránsito estaba cortado.
Yo me acuerdo que después de unos cuantos días, de unos cinco o seis días, logré diferenciar la mañana y la noche. Porque al mediodía ellos colocaban la televisión, no sé si era el Canal 9, pero me acuerdo siempre…
¿Canal de Rosario o canal de Buenos Aires?
_ O sea, era una transmisión que hacía una conexión con Buenos Aires; pero un canal de televisión ellos siempre colocaban.
Pero lo que más me quedó gravado en la memoria era lo que hacía Evaristo Monti, con el programa que tenía a la tarde. Todos los días colocaban el mismo programa y ya lo teníamos ‘junado’ que era a las cinco o cinco y media de la tarde. Evaristo Monti llamaba a Buenos Aires y hablaba al aire con el General Camps, que era el Jefe de la Policía Federal de Buenos Aires, y le pasaba los informes de Rosario; como estaba la situación acá, de la gente... Ahí identifiqué a Evaristo Monti, aunque no lo conocí personalmente.
¿Alguna vez habías escuchado el programa de Evaristo Monti antes de que pasara esto?
_ Sabía que había un programa acá en Rosario que hacía una conexión en directo con el General Camps y le pasaba los informes de las ventas del libro que escribió él: “Las locas de Plaza de Mayo”.
Y Monti era el promotor acá en Rosario, en el programa de él promovía las ventas y le pasaba los informes de cuantos libros vendía por día; eso me quedó grabado hasta el día de hoy.
¿Los informes que le pasaba era también de las personas detenidas en ese momento acá en Rosario?
_ No, jamás se dijo que acá en Rosario hubo secuestrados o desaparecidos. Los secuestrados aparecieron recién en los ’90.
¿Qué… fue recién con la llegada de la democracia?
_ Claro, después del ´83; pero la democracia no hizo nada por lo menos acá en Rosario.
Vos me contaste alguna vez que te habías relacionado con una persona en particular en ese momento en el cautiverio, ¿vos te acordas el nombre de esa persona o si te llegaste a relacionarte con alguna persona más?
_ Cuando mi situación cambio, cálculo que habrán llegado informes positivos de Chile y por eso los tipos me cambiaron la situación, me llevaron a un lugar mejor, alrededor de diez días ya habían pasado. Compartí el colchón con un muchacho que estaba secuestrado también, que era hijo de un diputado provincial o algo así y que era de apellido Martínez, me acuerdo que él me dijo que posiblemente iba a salir porque ahí estábamos un poco mejor…
¿Era una habitación también?
_ Era un entrepiso donde había colchones, podíamos ir al baño por lo menos dos veces por día.
Me acuerdo que ese muchacho me dijo que le hiciera un favor: que si yo salía primero que él; porque él se veía muy mal, que no pensaba salir porque era muy ardua su situación; pero como yo era chileno y tenía todos los papeles al día, como yo le había comentado muy despacito, prácticamente al oído... Que por favor llamara al teléfono de la abuela de su señora, él me lo empezó a decir y yo lo repetía hasta que me lo memoricé y yo hice lo que me pidió.
Hablé muchas veces después con la familia de este muchacho. Me enteré que lo habían “blanqueado” y que lo habían llevado a Coronda. Siempre me acuerdo de él, aunque no sé si salio, si está en el país o se fue, si esta vivo o esta muerto; pero siempre me acuerdo que me dijo que tenia una criatura, un bebé. Y lo hice porque fue con la única persona que tuve contacto, no visual, pero si de tocarnos porque prácticamente dormíamos juntos en un colchón de una plaza.
Vos decís que te cambian a un entrepiso y así cambió tu situación, pero todo ese tiempo ¿también estuviste vendado o pudieron sacarte las vendas?
_ No, desde que entré hasta que salí en libertad estuve con la vista vendada; jamás me sacaron las vendas. Mi situación cambio de estar sentado en el escalón de una escalera las 24 horas por los 6, 7 u 8 días que estuve ahí, a que por lo menos ahí me podía estirar o me podía parar; esa eran las pequeñas diferencias de comodidades cinco estrellas que tenías arriba.
¿El vendaje que tenías era un trapo común o algo mucho más agresivo para tus ojos, para que no pudieras ver ni identificar a las personas o el lugar?
_ Mi vendaje era una camiseta de tigre, una camiseta chiquita; que me metían la cabeza y me apretaban las mangas ¡ese era mi vendaje! Me hacían como una capucha con la camiseta y con las mangas de la camiseta me la ajustaban.
O sea que hasta estabas privado del aire… porque si era una camiseta pequeña te apretaban la nariz…
_ La cabeza te la vendaban prácticamente.O sea, no tenía muchas posibilidades de mirar y como yo desde muy chico usé lentes, por ahí yo me la corría un poco. Además empezábamos a percibir si estaba o no el guardia, y cuando el tipo no estaba yo aprovechaba para poder correrme la camiseta y me fui dando cuenta de donde estaba, cuantas personas había… pero no era para nada una situación cómoda.
Ellos te liberaron porque vieron tus informes que les habrán ofrecido el Ministerio del Interior de Argentina, informes que mando el Estado chileno - que en esa época estaba bajo una dictadura comandada por el Gral. Pinochet - ¿y ellos te liberan cuánto tiempo después?
_ Yo creo que desde que llegaron los informes positivos desde el Ministerio del Interior se vieron obligados a mandar a Migraciones, calculo que Migraciones se habrá enterado a la mañana y para la noche, cuando me fueron a buscar, mi libertad ya estaba hecha.
Fue uno de los empleados que pidió por mí, pidió verme y me bajaron, me llevaron a una sala, me sacaron la venda…
¿Te acicalaron, te acomodaron un poco para que no vean que estabas tan mal en ese momento?
_ Si en ese momento me dejaron ir al baño para que me higienizara un poco. Imaginate que yo hacía más 15 días que estaba con la misma ropa, sin lavarme el pelo, sin afeitarme, sin lavarme los dientes… yo no estaba en situación para que me vea una persona, yo creo que el hombre estaba acostumbrado a ver a las personas así; por los menos me lavé la cara y vino el hombre e hizo todos los papeles, y después ellos se tomaron los tiempos legales para darme en libertad, horas después.
Vos calculas que fueron 15 días después que te detuvieron que vino este funcionario del Ministerio y te liberaron ¿Te dijeron algo, te dieron una explicación, hicieron algún informe en ese momento que hayan tenido que firmar ellos o el funcionario?
_ El funcionario trajo los documentos que se los entregó a ellos y que ellos firmaron para decir que estaba todo legal. Después ellos me hicieron como una ficha; en realidad era un prontuario, que yo pregunté porque me prontuariaban al funcionario, que me contestó que todas las personas tenían un prontuario porque era como la hoja de vida de la persona que ha estado acá, igualmente si no estuvo también lo tiene y fue lo que me hicieron y ahí consta que estuve 15 minutos detenido.
Irónicamente 15 minutos detenido por 15 días secuestrado. Esta persona calculo que te acompaña afuera de El Pozo ¿te llevo a algún lugar o te dijo algo cuando te liberaron?
_ Él fue a llevar los documentos y los tipos se comprometieron a liberarme lo más rápido posible, que se demoró bastante porque tenían que ir a buscar un secretario que hiciera mi prontuario. Yo pienso que este muchacho fue alrededor de las 8 de la noche y a mí me liberaron a la madrugada de esa misma noche.
Si me acompaño hasta la puerta porque no podía transitar solo por ahí adentro, estaban todos armados y eran personas del ejército.
¿Vos alguna vez te volviste a cruzar con uno de tus captores?
_ Si, no fue mucho tiempo después que me volví a cruzar con uno de ellos.
Unos meses después fui a ver a un bar de Salta y Ovidio Lagos la pelea de Carlos Monzón y “Mantequilla” Nápoles porque yo estaba trabajando cerca; mientras estaba viendo la pelea me sorprendí porque lo reconocí en el acto y él también me reconoció y se puso incómodo. Él se acercó a saludarme, me preguntó como estaba y me dijo que mi situación no era para guardar rencor, sino que era algo que pasó. El tipo era petiso, flaco y se lo notaba con miedo al verme al lado de él.
Vos reconociste a tu captor, él también te reconoció como una de las personas que pasaron por El Pozo, pero no se quiso hacer el superior entre los dos…
_ Él adentro era Dios, afuera un perejil.
Tu amiga que ve como te detienen ¿hizo algo para averiguar dónde estabas vos?
_ No, ella era una chica con la que había charlado un par de veces, teníamos una cita.
Después con los años me la volví a encontrar y me contó que había visto la situación. Pero ¿Qué le iba a reclamar? Si hasta en Migraciones, uno de los empleados jerárquicos de ese momento me dijo que no podía hacer ningún reclamo, que no estaba en condiciones para hacerlo.
¿Vos en ese momento tenías un círculo de amigos, de allegados, que haya notado tu ausencia en esos 15 días?
_ No, mi círculo de allegados en ese momento no era de preocuparse por si no me veían; pero si mi ausencia se notó, solo que pensaron que me había vuelto a mi país.
Respecto a los momentos de tortura psicológica que vos pasaste en El Pozo que fueron reflejadas en películas como “Garage Olimpo” y “Crónica de una fuga” ¿vos como la vistes?
_ Sinceramente no vi esas películas y ni tengo intenciones de verla. Una cosa es sentirlo, vivirlo, olerlo y otra cosa es verlo reflejado.
¿La picana la llegaste a sentir?
_ A la noche era terrible, los aullidos que se sentían y uno estaba pensando ahora me toca a mí. Y cuando los traían estaban más muertos que vivos.
¿Alguna vez pensaste que ibas a sobrevivir o pensaste me muero acá
_ Después de unos días adentro pensé que verdaderamente me iban a matar. Y saqué la cuenta que si me mataban no tenía hijos, mi vieja había muerto, mis hermanos estaban lejos y cuando se enteraran ya iba a ser tarde…
¿Vos en qué año te enteras donde estuviste?
_ Yo mientras estuve esperando que me dieran la libertad estuve mirando por la ventana que estaba al lado del portón por calle Dorrego, y me fijé bien cuales eran las casas que estaban enfrente.
Después cuando me recupere, volví a pasar y me di cuenta que esas eran las casas, entonces reconocí la ventana por la que había estado mirando. Ya después en la democracia me enteré que ese era El Pozo; pero está cerrado al público y a mí me gustaría entrar para volver a verlo.
¿Algunas palabras que quieras decir para finalizar la entrevista?
_ Que lo que yo viví no se lo deseo a nadie, que te gatille en la cabeza el Estado no se lo deseo a nadie. Muchas gracias.
miércoles, 24 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
Top Ten De Baladas de Películas
Este ToP10 surgió cerca de la fecha de San Valentín, pero no pude postearlo en ese momento.
Desde ya, reconozco que quizas no fui muuuuuuuuuuy objetiva jeje
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10º I´ll be there for you (Bon Jovi) - A lot like love (2005)
9º When you say nothing at all (Ronan Keating) -> Nothing Hill (1999)
8º Can you feel the love tonight (Elton John) -> El Rey León (1994)
7º Iris (Goo Goo Dolls) -> Un Ángel enamorado (1998)
6º Hallelujah (Leonard Cohen) -> Shrek (2001)
5º She (Elvis Costello) -> Nothing Hill (1999)
4º You really love a woman (Bryan Adams) -> Don Juan de Marco (1994)
3º I don´t wanna miss a thing (Aerosmith) -> Armageddon (1998)
2º Brighter than sunshine (Aqualung) -> A lot like love (2005)
1º Take my breath away (Berlin) -> Top Gun (1986)
Y de yapa les dejo la escena de la película donde Oliver le canta I´ll be there for you a Emily
Desde ya, reconozco que quizas no fui muuuuuuuuuuy objetiva jeje
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10º I´ll be there for you (Bon Jovi) - A lot like love (2005)
9º When you say nothing at all (Ronan Keating) -> Nothing Hill (1999)
8º Can you feel the love tonight (Elton John) -> El Rey León (1994)
7º Iris (Goo Goo Dolls) -> Un Ángel enamorado (1998)
6º Hallelujah (Leonard Cohen) -> Shrek (2001)
5º She (Elvis Costello) -> Nothing Hill (1999)
4º You really love a woman (Bryan Adams) -> Don Juan de Marco (1994)
3º I don´t wanna miss a thing (Aerosmith) -> Armageddon (1998)
2º Brighter than sunshine (Aqualung) -> A lot like love (2005)
1º Take my breath away (Berlin) -> Top Gun (1986)
Y de yapa les dejo la escena de la película donde Oliver le canta I´ll be there for you a Emily
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